entregar una mano a otras dos manos,
olfatear una dorada nuca
y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio...
Quizá el amor sea simplemente eso:
el gesto de acercarse y olvidarse.
Cada uno permanece siendo él mismo,
pero hay dos cuerpos que se funden.
Qué locura querer forzar un pecho o una boca sellada.
Cerca del ofuscado, su caricia otro pecho exige,
otros labios, su beso,
su natural deleite otra criatura.
De madrugada, junto al frío,
el insomne contempla sus inusadas manos:
piensa orgulloso que todo allí termina;
por sus sienes las lágrimas resbalan...
Y, SIN EMBARGO, EL AMOR QUIZÁ SEA SÓLO ESTO:
OLVIDARSE DEL LLANTO, DAR DE BEBER CON GOZO A LA BOCA QUE NOS DA, GOZOSA, SU AGUA;
RESIGNARSE A LA PAZ INOCENTE DEL TIGRE;
DORMIRSE JUNTO A UN CUERPO QUE SE DUERME.
A.Gala
1 comentario:
muy bonito , y muy lindo todo , volvere!! suerte
Publicar un comentario